Me encanta "callejeros".
Es un auténtico soplo de brisa fresca el ver a la gente al natural y comprobar que hay mucho "arte" en muchísimas personas que nunca serán famosas como la Esteban...
Sirva la introducción, porque hoy tocaba llenar el depósito del coche.
Y he vuelto a ver a con de los expendedores de hidrocarburos (así se autollamaba mi amigo Eduardo) -vulgo "gasofa"- más chisposos de Zaragoza.
Se llama Jose, sin acento. Pasa ya de los cincuenta, pelo cano, más alto que bajo, en su peso, con una sonrisa pícara que enseña de vez en cuando y que le rodea toda la cara...
Siempre un comentario amable, siempre un chascarrillo nuevo...
Seguro que es mileurista, que tiene alguien enfermo en su familia, que se cansa en su trabajo, pero consigue sacar una sonrisa de todo el que sale de su gasolinera. Sólo por eso, merecería cobrar un plus a perpetuidad.
Gracias Jose por hacerme sonreir una vez más. Qué susto el primer día, cuando obnubilado en mis cábalas, me dijiste "son tres mil euros"...luego ya supe, que era uno de tus golpes de efecto....
Por tu momento de gloria: ¡Ole por tí Jose!
El día que conocí a Bin Laden, de Jérémie Dres
Hace 6 días