viernes, 19 de junio de 2009

Qué grande Pepe!!!

Hoy he comido con varios amigos, ex-compañeros que dimos nuestros primeros pasos en el negocio bancario en la misma entidad y que, aunque vistamos ahora distintas camisetas, seguimos manteniendo una muy buena relación.

Ya a los postres, hemos recordado una anécdota de un Director con mayúsculas, de los antiguos, de los que "encendían la tele" cuando enchufaban el ordenador, de los que no se sabían las tarifas ni las atribuciones y sin embargo, hacían más negocio en una semana que muchos neo-yuppies engominados hacen en un año...

El gran Pepe Segura, q.e.p.d.

Posiblemente, a aquellos que no trabajan de cara a la gente o que nos vean a los bancarios como a unos demonios no les haga tanta gracia como a nosotros, pero bueno, os pido que, por un momento, os pongáis al otro lado de la mesa del bancario, empaticéis y os imaginéis la escena.....

Mujer, cuarenta y tantos, la típica clienta "pesada" que se queja de todo (comisiones, errores administrativos, extravío de correo....) y que por otro lado, no mantiene vinculación con la entidad, está la mitad del tiempo en números rojos.....

- Mire Usted, que me han cobrado la comisión de la tarjeta....y oiga, yo no voy a pagar éstos 7 euros, porque no me cobran en otros sitios, porque me lo tienen que retroceder, porque siempre igual, que mire Usted...

Pepe mira a la mujer, enciende un cigar (sí, entonces se podía fumar), y no dice nada...
La mujer sigue con la matraca.... Bla, bla, bla...
A los tres o cuatro minutos, con el cigarrillo en la boca, Pepe se levanta. La mujer le observa. Pepe se pone la chaqueta, la mujer se calla, y le mira inquieta....

Y de repente, y sin decir ni mú, Pepe apaga el cigarro, y se va de su despacho, dejando a la mujer hablando, sin saber muy bien qué hacer ni qué decir...
Al cabo de unos segundos, la clienta se levantó y se fue.

Cuando volvió Pepe, recibió una ovación que ni a Curro Romero en sus buenas tardes....

Pepe, gracias por todo lo que me enseñaste, por ayudarme en mis comienzos, por levantarme el ánimo cuando me podía la presión...
Echo de menos lo que nos reíamos con esa cervecita y calamares que nos tomábamos en la calle Cádiz...
Allá donde estés, un abrazo!

3 comentarios:

Mr. Le Mans dijo...

No estaría nada mal que hubiera muchos Pepe Segura, ya no sólo en la banca sino en la mayoría de los sectores. Excelente homenaje.

Angelillo dijo...

Enorme. Yo trabajé una época cara al público, y realmente me hubiese gustado hacer alguna de esas a clientes pesados.

Santi dijo...

Muy emotivo, la verdad, y la anécdota buenísima... El tal Pepe hizo lo que todos hemos pensado hacer algún momento en nuestra vida.